Después de luchar sin tregua ni descanso, aceptando todas las modificaciones organizativas que el SMS nos pidió para atender a los pacientes infectados por coronavirus; después de atender a los pacientes sin las medidas de protección oportunas, muchas veces a sabiendas de ello, por sentido del deber y por el sentimiento de cuidar y proteger a nuestra gente; después de trabajar en festivos y domingos, sin tomarnos un día libre por instrucción de la dirección del SMS; después de aceptar que nos negasen licencias, vacaciones y permisos durante la fase aguda de la PANDEMIA que hemos pasado; después de recibir mil y una instrucción que cada día se cambiaban para adecuarse a la situación que variaba día a día; después de soportar con estoicismo los cambios de turno y jornada que iban indicando continuamente nuestros directivos…
Después de que muchos de nuestros compañeros y compañeras se infectaran por trabajar con los escasos e inadecuados medios de protección que el SMS les proporcionaba; después de que muchos compañeros y compañeras decidieran no volver a casa con sus hijos y familiares, por miedo a contagiarles a ellos tras una jornada de trabajo en la que no podían estar seguros de no haberse contagiado con el virus; después del esfuerzo y la tensión aportada en las largas jornadas en los servicios que atendían a los enfermos por coronavirus; después de recibir aplausos, elogios, ánimos y solidaridad cada día a las 20 horas…
Después de todo esto, esperábamos que el SMS premiara a su personal por todo el sacrificio y el trabajo realizado, con una paga extra como en otras comunidades y países de nuestro entorno, que nos lo reconocieran con el aumento del número de profesionales que se necesitan para prestar una buena atención a partir de ahora, con la recuperación de las 35 horas…en fin, con alguna mejora de nuestras condiciones de trabajo, tan penosas desde hace ya demasiado tiempo.
Después de todo esto, sin embargo, pasado el pico de la epidemia, el SMS, sin negociación con las organizaciones sindicales, nos regala con nuevas restricciones, con nuevos recortes de derechos.
Nos regala, para la etapa de vuelta progresiva a la normalidad, la asistencia a los pacientes del COVID19 con la asistencia y recuperación de los pacientes del resto de problemas de salud, con el aumento de trabajo y esfuerzo que ello supone y con más restricciones; con más arbitrariedad para organizar los turnos según decida cada gerencia, sin dar voz ni voto a sus profesionales; con más límites para disfrutar las vacaciones a las y los trabajadores de las UCIs y las plantas COVID19, que son los que más han sufrido la presión durante estos tiempos, precisamente los que han tenido que dejar de convivir con sus familiares por miedo a arrastrar el virus a sus casas, y ahora serán estos los que no podrán elegir como pasar las vacaciones con su familia.
Pero además, el SMS nos hace otro gran obsequio: la apertura de servicios que tradicionalmente eran de horario de mañanas y que ahora abrirán por la tarde, e incluso festivos y fines de semana. Pero eso sí, sin compensaciones de ningún tipo, salvo para los GESTORES de la pandemia: ya sabemos, los directivos si cobrarán por su sobresfuerzo mientras a los demás «ojo, que vienen curvas» y no veremos sino sacrificios.
¿Será por qué los presupuestos del SMS recién aprobados no se ajustan a la nueva situación creada por la PANDEMIA?.
¿Será por qué no han dedicado los recursos que se necesitan para actuar en esta nueva situación?.
¿Será por qué han aprobado unos presupuestos insuficientes por lo que vuelven a dar una vuelta de tuerca a sus trabajadores y trabajadoras ?.
Las y los trabajadores del SMS nos sentimos despreciados y ninguneados por el SMS y por el Gobierno Regional.
Pedimos la comprensión y solidaridad de la sociedad murciana para evitar que «a sus héroes y heroínas» los traten tan mal.
Queremos que retiren las instrucciones de organización enviadas por el SMS y las negocien con nuestros representantes sindicales. Queremos reconocimiento, protección y respeto, un trato digno. Queremos recibir un salario justo, que se nos pague la turnicidad, nocturnidad o festividad que corresponda, que no se resienta nuestro salario por el cambio forzoso de turno que nos impone el SMS. Queremos poder solicitar las vacaciones con arreglo a nuestras necesidades, dentro de los límites organizativos que siempre hemos tenido.
Nos merecemos que el SMS contrate al personal que sea necesario para que nuestros compañeros y compañeras de servicios que atienden a los afectados por el coronavirus puedan descansar con su familia.
Queremos inversiones suficientes para que no tengamos que mendigar EPIs a nuestros superiores. Queremos suficiente personal para entrar en esta nueva etapa y poder recortar las listas de espera, ya de por sí largas y que con esta situación se han retraso aún más. Queremos más inversión en nuestra sanidad para evitar situaciones como la que hemos vivido.
No queremos los aplausos y parabienes de nuestro consejero y de nuestro gerente para que, al darnos la vuelta, nos den una nueva puñalada.
Menos palabras y más hechos.
Murcianas, murcianos, necesitamos vuestra ayuda para poder cuidaros como merecéis. Alzar la voz y pedid que se apoye a nuestra sanidad y sus trabajadores y trabajadoras.
¡¡ES VUESTRA SANIDAD!!
Sector Sanidad de FeSP-UGT Región de Murcia