Una visita a la escuela

Durante el inicio de este curso académico la Consejería de Educación se felicitaba por la vuelta a la normalidad escolar, y no ha faltado incluso alguna visita de sus responsables a los centros educativos para tratar de evidenciarlo. A diferencia de los gestores políticos de turno, las sindicalistas de UGT (que se llaman Inma, Susana, Toñi, Paco y José) no salen en portada de la prensa regional, ni en La Sexta, y durante las visitas que hacen de forma cotidiana a la escuela no las acompaña un séquito de asesores o periodistas. Y es una ventaja, ya que llegar a un colegio o instituto sin avisar, llamando a la puerta, nos da una visión muy distinta de nuestra realidad educativa. Nadie nos espera, pero nos reciben siempre con amabilidad. Pasamos de forma discreta a la sala donde se reúnen los docentes, que huele a fotocopias y café recién hechos. Cuesta encontrar un hueco donde colgar el calendario de la UGT y el cartel con los contactos del sindicato, porque las paredes están repletas de estanterías abarrotadas, avisos, fotografías, dibujos, horarios… Una vez cumplido este trámite buscamos a alguna persona del equipo directivo, para que nos cuente qué tal están, cómo va la cosa. Y la gente habla, porque a diferencia de lo que a veces sucede en los actos con políticos y las reuniones protocolarias, en las distancias cortas, desde el anonimato, mucha más gente se sincera y comenta abiertamente sus problemas e inquietudes.

En una visita de UGT a cualquier escuela de nuestra Región nos enteramos de que falta personal en el centro y que las ratios son muy elevadas; que no se cubren las plantillas a principios de curso, y que la carga burocrática es ingente. Falta espacio, la infraestructura es insuficiente y las instalaciones son precarias y carecen de mantenimiento adecuado (¡y es que aún hay amianto en muchos centros!). Hacen falta más becas de comedor y la atención a la diversidad necesita urgentemente refuerzos (orientadores, PT, AL, compensatoria y ATE… docentes y no docentes). Los retrasos en las nuevas incorporaciones y sustituciones del personal repercuten en la capacidad para atender al alumnado, sobre todo a los más vulnerables, y las plantillas en los centros de atención educativa preferente necesitan más estabilidad. Es recurrente la queja sobre la lentitud en la Consejería cuando se atienden trámites y demandas (¡y muchas nunca obtienen respuesta!). Se han suprimido aulas y el inicio de curso siempre es complicado en la Formación Profesional (en noviembre algunos centros no tienen profesor especialista). Y por si falta algo, existe preocupación por la propuesta inicial de ordenación académica de Primaria y Secundaria.

El relato de necesidades y problemas suele terminar de la misma forma, con una expresión cansada y un “…pero nos apañamos como podemos, y vamos funcionando…” Nos cuentan cómo se arreglan. Y sorprende la imaginación y empeño que ponen; siempre que toca, cumplen, muy bien y de buena gana. Pase lo que pase hacen lo que haga falta: los docentes de la Región de Murcia son profesoras y maestros por encima de sus posibilidades. Nunca se demora mucho la entrevista (siempre hay trabajo pendiente), apremia el reclamo de criaturas y compañeros, nuestro interlocutor se disculpa y, con la sonrisa que le ha dejado el momento de desahogo, pone fin a nuestra visita.

Así, en una visita de UGT a la escuela la realidad de la educación regional se muestra descarnada en sus necesidades y, sin embargo, sobresaliente en su desempeño. La educación pública funciona porque hay una plantilla docente que está volcada en el trabajo cotidiano, y que merece más atención y mejores respuestas a todas esas necesidades que hemos listado. 

Durante el primer trimestre de este curso la UGT ha visitado más de 300 centros educativos públicos, la mitad de todos los que hay en la Región de Murcia. Visitar las aulas nos permite conocer cómo está la educación regional: las reivindicaciones que plantea de forma reiterada UGT salen de los pasillos de colegios e institutos, de lo que vemos y nos cuentan nuestras compañeras y compañeros, que no escatiman esfuerzos para mantener el mejor servicio público posible, a pesar de todas las barreras y dificultades. Las personas que enseñan, que cuidan de los que más queremos y de la Región que un día seremos, se están dejando la piel en el oficio. Se merecen más respeto presupuestario y mayor compromiso institucional; ojalá el próximo año los reyes magos y la Consejería de Educación sean buenos. En enero la UGT seguirá visitando la escuela en la Región. Hasta entonces, felices fiestas y feliz descanso, especialmente merecido para todo el personal docente de la Región de Murcia.

 

Ernesto De la Cruz Sánchez

Secretario del Sector de Enseñanza de UGT Servicios Públicos Región de Murcia

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