UGT ha venido denunciando las numerosas ineficiencias del sistema, la paralización por parte de la patronal del convenio colectivo, la ratio de número de dependientes por trabajador, los desajustes entre las funciones reales que cumplen las trabajadoras y su categoría profesional y la necesidad de más prevención laboral y mayor vigilancia por parte de las administraciones para que se cumplan las normas.
Llevamos años poniendo en evidencia las deficiencias del sistema recurriendo para ello a todos los medios a nuestro alcance: quejas ante el Defensor del Pueblo, manifestaciones, concentraciones, cartas a las consejerías y al Secretario de Estado, petición de auditorías del sector tras el desastre del Covid 19, comparecencias públicas de prensa ante la gravedad de la situación creada por la pandemia etc.
Hemos exigido a las distintas Administraciones que ante sanciones reiteradas a una empresa, se la excluya de la posibilidad de contratar con las Administraciones Públicas. Además se ha reclamado que en la adjudicación de los pliegos prevalezca siempre la calidad sobre el criterio económico. Basta de regatear a costa de nuestros mayores y de las trabajadoras que cumplen una tarea indispensable.
La escasez de personal provoca un aumento de presión en el trabajo y una prolongación de las jornadas laborales, lo que genera cansancio y estrés de las propias trabajadoras en relación a las medidas de protección, aumentando con ello el riesgo de enfermar, y las bajas no se cubren o se cubren con personal no cualificado. Pedimos también mejorar la formación de los/as profesionales. No puede haber calidad en la atención al dependiente si no hay calidad en las condiciones laborales. La Dependencia supone un extraordinario yacimiento de puestos de trabajo, pero no puede seguir siendo precario.
Hoy más que nunca consideramos imprescindible que las Administraciones tomen las medidas necesarias para dignificar la profesión con salarios dignos, contratos estables y un convenio colectivo estatal que incorpore protección y mejoras. Más de 200.000 trabajadoras (el 90% son mujeres) trabajan en el sector de los cuidados y el número seguirá aumentando. Pedimos dignidad. Por respeto a nuestros mayores y a nuestras trabajadoras.