Durante años las personas lgtbi han soportado a diario actos de contenido negativo, que se convirtieron en tan comunes que incluso se normalizaron; han sufrido una normalización de la violencia, inasumible en una sociedad democrática.
Llama la atención que, según los datos del último informe publicado en 2017 por el Ministerio del Interior sobre incidentes relacionados con los delitos de odio, los que están motivados por orientación o identidad sexual se han incrementado en un 36,1%, repunte especialmente preocupante en un escenario de descenso generalizado en el resto de delitos de odio.
Se necesita una ley
UGT condena con total y absoluta contundencia el incremento de este tipo de delitos. Desafortunadamente, las agresiones homófobas quedan muchas veces en la sombra por el temor de las víctimas a denunciar y a las posibles consecuencias ulteriores. Pese a que las denuncias van en aumento, la efectividad de las mismas solo será posible y real en la medida en que las instituciones y los gobiernos se impliquen directamente y den una respuesta contundente y de apoyo a las víctimas. El conjunto de la sociedad tiene que ser parte proactiva, que es la forma de ayudar a la persona a superar el miedo a denunciar, hay que sancionar a los agresores y hay que normalizar y trabajar por una sociedad más justa.
El punto de inflexión en favor de los derechos de las personas lgtbi estará condicionado por la existencia de una ley que proteja sus derechos y les confiera el status que nunca se les brindó como ciudadanos.
UGT reivindica una ley de igualdad de oportunidades y de trato y no discriminación, de aplicación para todas las personas con independencia de sus circunstancias personales y/o sociales, que garantice la igualdad en los ámbitos público y privado.
Actuación transversal
La eliminación de la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género, debe ser integral y tratarse transversalmente, atacando la lgtbifobia desde distintos frentes, comenzando en el ámbito educativo, desde la escuela, mediante la inclusión de contenidos de sensibilización hacia la igualdad afectivo-sexual para combatir la discriminación por razón de orientación sexual. Continuar en ámbitos como la familia, el empleo, los servicios privados y públicos, incluidos la sanidad o los servicios sociales, los lugares públicos, o los medios de comunicación con la inclusión de acciones para combatir la incitación al odio a través de Internet y las redes sociales que, donde es más difícil de perseguir y erradicar al quedar en muchas ocasiones enmascarada bajo el paraguas del anonimato.
UGT apoya a todas las personas trabajadoras que pueden ser víctimas de violencia, discriminación, acoso, insultos o cualquier tipo de malos tratos en los centros de trabajo; y animamos a las víctimas de lgtbifobia y transfobia a que denuncien a sus agresores para que se les aplique el régimen sancionador que contemplan las distintas leyes autonómicas.
El Sindicato considera fundamental desterrar valores patriarcales y machistas, y apostamos por una educación y una cultura de la diversidad, una pluralidad donde se identifique la ciudadanía y tengan cabida todas las personas como ciudadanos de pleno derecho para vivir una vida digna y libre de cualquier tipo de discriminación.