UGT denuncia que han aumentado las muertes por infarto o derrames cerebrales consideradas como accidentes de trabajo desde el año 2008, alcanzando su máximo nivel en el primer semestre de este año. Así del total de trabajadores fallecidos (226) durante la jornada laboral, en este periodo, 116 de ellos fueron a causa de estas patologías, lo que supone el 51,33% del total. Patologías que se vinculan a los riesgos psicosociales, como el estrés. Riesgos a su vez que se acentúan por un mercado laboral cada vez más inestable, precario e inseguro.
Aunque se han conseguido reducir los accidentes mortales provocados por los riesgos tradicionales (que tienen que ver con la seguridad, la higiene y los ergonómicos) han aumentado los accidentes mortales por infartos o derrames cerebrales, patologías no traumáticas que se relacionan con los riesgos psicosociales, como el estrés.
Antes de la crisis, este tipo muertes en el trabajo se situaban en torno al 29% del total de accidentes mortales, pero a partir del 2008 los accidentes mortales debido a este tipo de patologías comienza una tendencia ascendente, que culmina en el primer semestre de este año. Así, en 2013 llegan a representar el 48% del total de accidentes mortales, y aunque bajan un poco en 2014 y 2015 (representando un 43% en este último año, esto es de los 515 trabajadores que fallecieron, 223 fueron por este tipo de patología) vuelven a subir considerablemente en este primer semestre del año, superando ya el 51%.
UGT vincula las muertes en el trabajo provocadas por este tipo de patologías a los riesgos psicosociales, como el estrés, cuyo caldo de cultivo es un mercado laboral cada vez más inestable, precario e inseguro.
Según nos muestran las sucesivas Encuestas Europeas de Condiciones de Trabajo, y que puedes consultar en la web de UGT, un gran volumen de trabajo y/o estar sometido a mucha presión, es algo muy común entre la población trabajadora europea.