En este año 2020, aún inmersos en la pandemia del Covid-19, la celebración de este día es más necesario que nunca y a la vez motivo de gran preocupación. Mientras los humanos no podíamos salir de casa, hemos comprobado como nuestro Planeta respiraba, las grandes ciudades perdían su boina perpetua de contaminación y los animales recuperaban sus espacios de vida silvestre. Existe una clara y complicada relación entre los humanos y el planeta en el que vivimos y es evidente que la naturaleza nos ha enviado un mensaje: “Si destruimos la biodiversidad, destruimos el sistema que sustenta la vida”.
El ser humano está estrechamente relacionado con la biodiversidad , el agua, el aire, los alimentos, el clima, fuentes de medicamentos, resistencia a las enfermedades naturales… todo nos lo brinda la biodiversidad, la naturaleza nos protege: ” Cuanto más biodiverso es un ecosistema, más difícil es que un patógeno se propague rápidamente o domine. La pérdida de biodiversidad brinda la oportunidad de que los patógenos pasen entre los animales y las personas”. Sin embargo, los humanos nos encargamos de alterar o eliminar continuamente este sistema que sustenta la vida humana.
El equilibrio de la naturaleza se ha visto brutalmente alterado por la acción del ser humano, la acumulación de gases de efecto invernadero, la deforestación, la destrucción de hábitats de vida silvestre, la aceleración del cambio climático … son condiciones que favorecen y permiten la propagación de patógenos como el Covid-19.
Buscamos con premura una vacuna contra el Covid-19 y ojalá llegue pronto, pero no podemos olvidarnos que nuestra mejor vacuna para el futuro es proteger la biodiversidad y con ella nuestro Planeta.
Este 5 de junio, pongamos nuestro corazón en verde en defensa de los Servicios Públicos, esta pandemia ha demostrado que los recortes en los servicios públicos, entre ellos, el sistema público de salud, ha provocado una situación casi insostenible para afrontar la crisis sanitaria. Sin lo público, no hay protección social.