Este sindicato corporativo está utilizando su legítima pertenencia a la Plataforma de la Concertada para agredir con mentiras y calumnias a un sindicato, UGT, por el simple hecho de no compartir los postulados de dicha plataforma. El mencionado sindicato corporativo pretende sacar un rédito electoral que dice muy poco de dicha organización, cuando teóricamente el objetivo de la Plataforma a la que pertenece es, única y exclusivamente, oponerse a la ley.
Desde el comienzo de la tramitación de la nueva Ley de Educación, UGT ha tratado de explicar con argumentos objetivos por qué no comparte los postulados de la Plataforma, respetando siempre las distintas formas de pensar de las organizaciones integrantes.
No obstante, FSIE ha traspasado todos los límites de la decencia y de la práctica sindical. ¿Es esta la libertad de expresión que ellos defienden? ¿Solo la que coincide con sus intereses? ¿Tiene FSIE, desde su pensamiento único, la legitimidad para decir quién y cómo se pueden defender los derechos de los trabajadores?
Cuando se estaba tramitando la actual ley de Educación, que ahora se pretende derogar, UGT mostró su rechazo por considerar que era negativa para los intereses de los trabajadores, pero siempre respetó a las organizaciones que no compartían sus ideas -incluida FSIE-. Este es el principio básico de la democracia, que desconoce por completo FSIE y que le deja en evidencia ante los trabajadores.
FeSP-UGT, como muestra de su rechazo a estas prácticas contrarias a las más elementales reglas del sindicalismo, no participará en la próxima reunión de negociación del VII Convenio Colectivo de la Enseñanza Concertada y, por tanto, no se sentará en la misma mesa de negociación con quien insulta y trata de desprestigiar con mentiras a UGT.