El sindicato pide que se investigue el uso de las partidas económicas que han realizado las escuelas infantiles de gestión indirecta que hayan enviado a su plantilla a un ERTE
La Federación de Empleados y Empleadas de los Servicios Públicos (FeSP-UGT) Región de Murcia muestra su preocupación por el anuncio del Gobierno en relación con la vuelta a las aulas de las Escuelas Infantiles en las próximas semanas, entre otras cosas, por la falta de criterios claros y pide que se articule un protocolo urgente para que se pueda desarrollar con todas las medidas de seguridad tanto para las y los menores como para el personal.
La ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, aseguraba hace pocos días que «en esa fase 2 se abrirán las Escuelas Infantiles, 0-3 y 3-6, con el fin de ayudar a los padres y madres en la conciliación de la vida laboral y familiar». El objetivo es que puedan usar este servicio las familias que o bien no puedan teletrabajar o que no tengan flexibilidad horaria para conciliar.
Es precisamente este dato, el de la conciliación de la vida familiar y laboral el que, en buena medida, FeSP-UGT rechaza, que el Gobierno proponga que las Escuelas Infantiles se conviertan en “aparca niños”, dado que esta etapa forman parte del sistema educativo y sus profesionales han venido desarrollando, de manera telemática, una importante labor de acompañamiento, sostén y orientación a familias desde que se decretó el Estado de Alarma, vigilando y aportando todo tipo de recursos inimaginables para no dejar atrás el desarrollo pedagógico de las y los más pequeños.
Además, tras casi dos meses de estar en sus casas, necesitarían un periodo de adaptación similar al que se produce en septiembre, tras las vacaciones de verano. Hay que destacar la importancia del contacto físico en esos periodos, en el que las y los profesionales están especialmente expuestos a secreciones como la saliva, mucosidad o lágrimas y que muchos son bebés a los que hay que es coger en brazos y que será complicado con los EPIs reglamentarios (mascarillas, pantalla protectora, batas, etc), entre otras cosas porque no les reconocerían, lo que aumentaría la angustia de la separación de la familia, siempre presente en los periodos de adaptación.
Por ello, FeSP-UGT exige que cuando se produzca la tan ansiada vuelta a las aulas de las Escuelas Infantiles se haga con un protocolo claro que ofrezca seguridad ante el contagio tanto a las y los profesionales como a las familias y sus hijos e hijas, ya que hay que recordar que el contacto se produce no solo con los menores, sino también con sus padres, quienes dejan y recogen a los más pequeños muchas veces en brazos de estos profesionales, lo que impide mantener los dos metros de distancia de seguridad.
Descartadas las Escuelas Infantiles públicas de la Comunidad Autónoma, que ha anunciado que dan por terminado el curso, las familias solo podrán acceder a privadas o de gestión indirecta, dependientes de los ayuntamientos y las públicas municipales, aún por determinar si abrirán o no, dado que cada administración decide.
Sobre este punto, el responsable de Administración Local de FeSP-UGT Región de Murcia, José Juan González, critica que las empresas de gestión indirecta, concesionarias de servicio, han mandado al ERTE, en muchos casos, a su personal, mientras los gastos corrientes luz, agua etc, del centro corren a cargo de los ayuntamientos, “por lo que han trasformado las partidas económicas en ganancias” y pide a las administraciones locales que investiguen estos casos.
Por otro lado, González pide, de cara a la apertura de estos centros en la Fase 2, y los públicos que así decidan los ayuntamientos de la Región, que se incremente el personal a fin de que las ratios de los grupos bajen, dado que a partir de ahora deberán extremar aún más si cabe la vigilancia y control de los más pequeños, que recuerda, “suelen compartir juguetes y objeto”, lo que obligará a realizar tareas de limpieza e higiene constantemente.
Por último, González solicita formación para todo el personal de Escuelas Infantiles dependientes la las administraciones locales y exige la responsabilidad a la hora de proteger a colectivo profesional que ha estado muy expuesto a contagios dada la naturaleza de su trabajo desde la vuelta de Navidad y hasta que se decretó el Estado de Alarma.