Desde UGT siempre hemos defendido que la enfermería debe prescribir todo aquello necesario para solucionar lo que diagnostican y nunca lo que diagnostican otros profesionales, pero este hecho nunca se ha querido abordar, entrando al trapo de la prescripción a secas, nunca hemos defendido que las enfermeras deban prescribir medicamentos para paliar o solucionar diagnósticos médicos, lo que siempre hemos dicho, es que las enfermeras deben formular sus propios diagnósticos, recogidos hoy en la clasificación NANDA, y como no puede ser de otra forma, deben de poder solucionarlos, si es necesario con la prescripción de medicamentos.
Pues bien, tanto el Consejo General de Enfermería como el Sindicato de ATS de España (SATSE) se empecinaron en conseguir la prescripción a cualquier precio y les ha salido el tiro por la culata, ya que el Gobierno ha aprobado un Decreto mediante el cual la inmensa mayoría de enfermeras deberán re-cursar estudios específicos sobre farmacología, para así poder indicar a los usuarios medicamentos que estos pueden comprar libremente en cualquier farmacia y por si fuera poco, las enfermeras deberán continuar con la medicación prescrita por el médico, bajo su tutela y su permiso, que ahora denominan “protocolos”. Un timo y una estafa para la población y para la profesión.
Y es que lo primero es luchar por un reconocimiento institucional de nuestros diagnósticos, para después advertir que estos tienen soluciones que algunas de ellas pasan por prescribir medicamentos, que no son de prescripción médica, sino medicamentos que ayudan contra el dolor o la ansiedad por ejemplo.
De nuevo el protagonismo del SATSE, y el afán de gloria del monolítico Consejo General de Enfermería nos meten en una encrucijada de la que pretenden sacar tajada a través de cursos obligatorios que han determinado que duren 180 horas.
Las Cortes Generales han sido disueltas, como indica la norma dos meses antes de la celebración de las Elecciones Generales, y que el trámite del Real Decreto queda pospuesto hasta más ver. Nuestro compromiso sigue firme y si la norma saliera con estos requisitos no dude nadie que la impugnaríamos.
Desde UGT ya advertimos que no se debe iniciar la casa por el tejado, pero a algunos defensores de la profesión, solamente les interesa su protagonismo.