UGT Servicios Públicos ha pedido constantemente al ministerio de Sanidad y a las Comunidades Autónomas que implementen acciones para detener el deterioro de la Atención Primaria y Comunitaria. El pasado mes de noviembre, con ocasión del Comité Técnico del Marco Estratégico de Atención Primaria y Comunitaria, UGT Servicios Públicos volvió a exigir al Gobierno que se iniciase la ejecución, antes de final de año, de todas las acciones de corto plazo del Marco Estratégico de Atención Primaria y Comunitaria de 2019 que ya estaban concretadas y consensuadas.
“Es incomprensible que se demore más la ejecución de medidas para reforzar una Atención Primaria y Comunitaria que se encuentra al borde del colapso. No podemos esperar más, la ciudadanía sigue enfermando y los profesionales estamos agotados, física y mentalmente, sin que haya una respuesta de los responsables políticos. La ministra de Sanidad está ciega, sorda y muda, ningunea a los representantes de los trabajadores y trabajadoras y desatiende todas las propuestas que, desde UGT Servicios Públicos le hemos planteado para detener la sangría de recursos y empleo que sufre la Atención Primaria” señala Ana Francés, secretaria de Salud, Sociosanitarios y Dependencia de UGT Servicios Públicos.
La dotación presupuestaria de Atención Primaria para 2022 es claramente insuficiente. De los 6.606 millones de euros para la política de Sanidad, tan sólo 176 millones se destinarán al desarrollo del Marco Estratégico de Atención Primaria y Comunitaria.
Esta cifra no alcanza para mejorar las condiciones de los centros de salud, de los consultorios y de sus profesionales, que llegan a atender 382 millones de visitas y 24,5 millones de urgencias al año. Para UGT, en tres años, es necesario llegar al 25% del total del presupuesto sanitario para paliar el deterioro continuo que sufre la Atención Primaria, un porcentaje que ha propuesto la propia Organización Mundial de la Salud (OMS).
El refuerzo de la Atención Primaria y Comunitaria pasa por ofertar opciones de cuidados con orientación comunitaria y sociosanitaria, teniendo en cuenta el envejecimiento de la población.
Es fundamental garantizar unos centros de salud abiertos, próximos y accesibles a toda la población, donde se prioricen las consultas presenciales para lograr una relación eficaz entre el profesional y el paciente: las telefónicas y telemáticas deben tener un papel complementario.
Incorporar a los equipos más profesionales de especialidades como salud mental, fisioterapia, matronas, logopedia o atención temprana, son otras de las medidas que se deben adoptar.
La cartera de servicios debe ser homogénea en todo el territorio y se debe actualizar y ampliar, incluyendo nuevas especialidades como podología; el catálogo de pruebas diagnósticas accesibles desde Atención Primera también debe actualizarse.
Se necesita reconocer y reducir las listas de espera en Atención Primaria, para lo que se precisa dotar al sistema de recursos humanos suficientes, a través de convocar ofertas públicas de empleo con la periodicidad adecuada para estabilizar plantillas, reducir la temporalidad y la precariedad laboral, creando empleo de calidad.