UGT, CCOO, CSIF y Sindicato Libre, organizaciones sindicales mayoritarias que suman el 85% de la representación de los 57.000 trabajadores/as de Correos, han anunciado para el próximo 7 de junio un paro general de dos horas en todo el país, en las dos últimas horas del turno de noche y de mañana y las dos primeras de la tarde, así como concentración/manifestación en la Delegación del Gobierno.
Los orígenes que han llevado a esta convocatoria parten de que el Gobierno y la Dirección de la empresa, primero con la excusa de la crisis y ahora sin excusa alguna, siguen impasibles ante el tijeretazo de 123 millones de euros en los presupuestos de 2017 y el nuevo recorte de 60 millones de euros en los de 2018, es decir, más de 180 millones en 2 años y lo que eso conlleva para trabajadores/as y ciudadanía.
El Gobierno, al mismo tiempo, deja a Correos sin plan de modernización y expansión arrastrando una previsión de déficit de 225 millones de euros en 2017 y 2018, sin adaptarse al nuevo mercado en auge de la paquetería y el comercio electrónico. Un mercado que está dejando en bandeja a los operadores postales extranjeros que sí tienen el respaldo de sus gobiernos.
No menos importante es la eliminación de unos 15.000 empleos fijos en la última década (26% de la plantilla total) y un 30% en la provincia, que bien o no se sustituyen, o se cubren con contratos a tiempo parcial. Los efectos de esta bajada de plantilla se reflejan en la pérdida de calidad en el servicio por exceso de rotación en los puestos, con personal temporal o con minijobs causando sobrecargas, saturación, bajas por enfermedad y en definitiva, una desmejora clara en las condiciones laborales.
Paralelamente a los trabajadores/as, la repercusión en nuestra ciudadanía cada vez es más latente, ya que no se hace posible la prestación del servicio cinco días a la semana de lunes a viernes, se elimina en numerosas zonas de la Región y miles de ciudadanos y ciudadanas no reciben sus cartas y notificaciones, llegando incluso al cierre de algunas oficinas.
Por último, la congelación del Convenio Colectivo y el Acuerdo Funcionarial se mantienen ya durante cuatro años sin regulación general que actualice ni salario, ni empleo ni derechos de todos los trabajadores y trabajadoras de Correos. Por todo esto, el proceso de movilización no ha hecho más que comenzar y las centrales sindicales ya han programado un calendario de movilizaciones que continuará a mediados de junio y que se extenderán hasta final de año con la convocatoria de tres huelgas generales