El Ministerio de Hacienda sigue mareando la perdiz en relación con los asuntos que le competen referidos al Convenio Colectivo de Correos y el Acuerdo General para los funcionarios postales. Al parecer las conversaciones entre Correos, SEPI y Hacienda han quedado estancadas en la nebulosa de los despachos del Ministerio de Cristobal Montoro a la espera de que los expertos hacendísticos bien le den el visto bueno a la propuesta de Correos bien le metan la tijera de recortar o le pongan el matasellos (nunca mejor dicho) del “denegado”.
Sabemos que una vez realizado el esfuerzo por consensuar contenidos en el texto del Convenio, Correos está intentado buscar fórmulas que posibiliten un acercamiento a las posiciones sindicales en la mesa de negociación relativas a las cuestiones económico/retributivas y de empleo.
Sin embargo, una vez más, parece que este gobierno es incapaz de poner en valor la responsabilidad de los trabajadores y las organizaciones sindicales de Correos, que llevan aguantando, por un lado, el chaparrón de la crisis con todas sus consecuencias tanto sociales como económicas y por otro lado, un proceso unilateral -eludiendo la consulta y la negociación con los sindicatos- de adecuación de las plantillas basado en un brutal y desproporcionado recorte en áreas sensibles de funcionamiento del Servicio Postal Universal, como lo son las unidades de reparto, pabellones postales, oficinas y rurales etc.