Hoy, 23 de noviembre, y según el escrito que se acompaña,  nos hemos dirigido a la Secretaría de Estado de la Seguridad Social, recientemente ratificada en su cargo por el nuevo Gobierno, para reclamar las  medidas que vengan a evitar el inminente colapso de la gestión de la Seguridad Social que a nuestro juicio en breve se avecina. Colapso que se producirá  fundamentalmente por la falta de reposición de los efectivos y las deficientes políticas de personal que se están llevando a cabo por los últimos gobiernos.

Sólo en el 2015 más de mil compañeros/as nos han abandonado y previsiblemente esta cifra crezca geométricamente dada la media de edad del colectivo que se cifra en  torno a los 55 años. El cierre de centros ha comenzado y muchos compañeros/as se ven inducidos a renunciar a sus derechos laborales porque “hay mucho trabajo”. El trabajo que dejan los que se van, como también dejan la productividad, con la salvedad de que el trabajo se reparte pero no la productividad que se pierde. A esto hay que añadir que nuestras RPTs dejaron de ser mínimamente razonables hace décadas. Los puestos están mal clasificados, mal distribuidos y mal cuantificados.

El todo vale para salvar la gestión se traduce en ocultar los listados de ocupación, porque cada vez queda menos gente que esté en su sitio, así como todo tipo de informaciones sobre comisiones de servicio, productividad, formación, etc., para enmascarar las chapuzas con las que se bordea la legalidad y se enmascara una política de parches en la que no todo es tan bueno. Algunos encuentran en la excepcionalidad el terreno abonado para hacer el Agosto.

RPTs obsoletas, concursos que parodian procesos selectivos a través de los que colocar las comisiones de servicio, incógnitos repartos de productividad y gratificaciones, vienen a sumarse al creciente incremento de las cargas de trabajo en unas plantillas entre las que uno de los comentarios más frecuentes es: “¿Cuánto te queda?”.

Desde la FeSP-UGT consideramos que ha llegado la hora de dejar de esforzarnos en mantener el Servicio a costa de nuestros derechos, y denunciar una situación que de no repararse acabará con el colapso del Sistema.

Quedamos pendientes de la respuesta de la Secretaría de Estado y de la adopción de medidas urgentes que se traduzcan en devolver a la gestión de la Seguridad Social los medios y las condiciones necesarias, que de no producirse, nos obligarán a promover una campaña de denuncia y movilización hasta conseguirlo.

Luego es tarde.

ESCRITO