Este Gobierno, nos hace repetir el slogan de una conocida campaña publicitaria y, de forma pretenciosa, hace dudar a algunas y algunos crédulos.
Hablamos del tan traído y llevado anuncio de las últimas 48 horas sobre la devolución (ahora sí ahora no, ahora quizás) del 75 % de la paga extra suprimida en diciembre de 2012.
Pues bien, desde FSP-UGT Región de Murcia queremos dejar claro que este Gobierno ha convertido a los empleados y empleadas públicas en paganos de la crisis: los primeros, los segundos y los demás recortes fueron aplicados sin miramientos a este colectivo.
A lo largo de toda esta legislatura no ha sido capaz de compensar ese sacrificio que nos pidieron primero, y que nos exigieron después, a pesar de que según ellos había atisbos de recuperación económica y a pesar de que este sindicato lo reivindicaba una y otra vez. Ahora, y a pocos meses de unas Elecciones Generales pretenden contentarnos con una promesa oportunista con poca base de credibilidad, dado que ni ellos mismos han sido capaces de concretar un sí o un no.
Este sindicato quiere que se devuelva todo lo que corresponde a todas y todos las empleados públicos de este país y no tan solo a la Administración General del Estado, dado que algunos, como es el caso de la Región de Murcia, fuimos doblemente castigados.
UGT recuerda que esta Federación ha exigido, exige y seguirá exigiendo mientras no se incluyan en las negociaciones.
1. Perspectivas de creación de empleo que permita la prestación adecuada de los Servicios Públicos.
2. Recuperación del poder adquisitivo perdido en estos años y concreción del calendario de recuperación íntegra de la paga extra de diciembre de 2012.
3. Acuerdo sobre la recuperación de los días adicionales por vacaciones y asuntos propios, y demás derechos derogados por el RD 20/2012.
El Gobierno, con la credibilidad a cero tras una legislatura sin Diálogo Social, pretende a última hora ganar el tiempo perdido lanzando una serie de propuestas (o meros globos-sonda) que no valdrán nada si no se apresura a concretarlas en la Mesa y a cumplirlas con la misma celeridad con que ha suprimido muchos de los derechos de los trabajadores en los últimos tres años y medio.