Cuando en este País las organizaciones profesionales enfermeras, discurren, debaten, presionan y tildan de avances profesionales las actuales especialidades enfermeras e incluso pretenden convencer de sus beneficios para los “pacientes”, en el Parlamento y en el Consejo de Europa se consensúa, se modifica y se regulan a través de Directivas, las figuras de la enfermera responsable de cuidados generales y la figura de Matrona, definiendo las competencias que deben adquirir en sus años de estudio y las que les serán confiadas en sus puestos de trabajo.
La última revisión de la Directiva relativa a las cualificaciones profesionales, incluye las bases de actuación de la profesión enfermera, ejercida por una figura imprescindible, “la enfermera responsable de cuidados generales”.
La diversidad de situaciones que se producen a lo largo de la vida pueden necesitar cuidados más específicos, y se deben formar enfermeras en esos aspectos del cuidar. Pero de ahí a pretender eliminar del campo laboral a la enfermera responsable de cuidados generales y sustituirla por las diversas especialidades generadas a imagen y servicio de la medicina, en donde como fundamento todas tienen las mismas competencias que la enfermera de cuidados generales, y la diferencia radica en 2 años más de repetición de estudios y solamente algún aspecto específico del “campo de la especialización”, nos parece no solo un desatino, sino un derroche de tiempo y dinero.
Las denominaciones de las actuales especialidades delatan su contribución, hechas a imagen y semejanza de las médicas, a un sistema sanitario biologicista, donde la enfermedad sigue siendo su epicentro, a pesar de las alertas de todos los organismos internacionales, que abogan por un desarrollo de la promoción de la salud y en definitiva de los cuidados.
La especialización es necesaria cuando se pretende cuidar aspectos muy concretos que aparecen repetidamente en la población, pero tratar de especializar a las enfermeras en campos paramédicos, fortaleciendo la medicalización del sistema no solamente no beneficia a los ciudadanos sino que deteriora su salud.